
La inclusión financiera, uno de los termómetros del desarrollo social y económico, está creciendo en América Latina en tiempos de COVID-19. Los bancos han visto cómo se abren cada vez más cuentas de forma digital, las ‘fintech’ y las entidades de microfinanzas se afianzan como un actor crucial en la región. Analizamos esta tendencia en crecimiento.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la región de América Latina y Caribe desacelerará su ritmo de crecimiento en 2022 a 2,1%, tras crecer 6,2% promedio el año pasado. Pero de la pandemia también puede extraerse una luz de optimismo: la inclusión financiera en la región aumenta y cada vez más personas tienen una cuenta corriente y acceso a servicios bancarios.
Uno de los principales motivos detrás de esta aceleración es que los millones de personas que han solicitado ayudas estatales, en países como Colombia, Argentina, Perú o Brasil, han tenido que abrir una cuenta para recibir los subsidios. Gracias a la transformación digital de los bancos en la región y a los desarrollos ‘fintech’, personas alejadas de la banca han accedido a una cuenta a través de su ‘smartphone’.
Fuente: ATEFI